28 enero 2011

nuestro conservatorio centenario, una mirada estudiantil a la realidad - por Diego Becerra, estudiante del CNM de Lima, Perú




A lo largo de mis 7 años como estudiante, he tenido múltiples oportunidades de escuchar y compartir opiniones con los miembros de esta institución. He podido escuchar gran variedad de observaciones sobre nuestra realidad, diferentes críticas negativas y positivas desde cada punto de vista particular. Todas estas apreciaciones me han permitido formar una visión propia, y comprender por qué se dan muchas situaciones en esta institución superior.

Normalmente, se suele decir que la causa del subdesarrollo de nuestro país es la baja educación. Hay mucho de cierto en esta afirmación, y este no es un problema ajeno al Conservatorio. Al igual que otras instituciones superiores, muchos alumnos que ingresan al Conservatorio sufren problemas de educación básica tales como: baja comprensión lectora, bajo nivel de redacción y dominio del lenguaje, entre otros. A estos habría que sumarle las carencias sociales como: problemas de salud, problemas socioeconómicos, baja autoestima, etc.

Es natural que en un Estado donde los gobiernos van pasando sin adquirir un real compromiso con la educación, la formación artística sea lo último en llamar la atención a estos gobernantes, la demostración de esto la vemos en que el presupuesto que recibe anualmente el Conservatorio no solo es insuficiente para las necesidades básicas, sino que éste es recortado con preocupante frecuencia.
Pero todos los aspectos están relacionados entre sí, por ejemplo: si tenemos a un alumno mal formado en el colegio en valores y autoestima, probablemente a nivel superior sea un estudiante mediocre y con mínimas aspiraciones. Del mismo modo, un maestro con un sueldo apenas por encima del sueldo mínimo, tendrá que hacer “maravillas” por sobrevivir y no se entregará debidamente a un cargo tan trascendente como lo es ser docente de educación superior.

En mi opinión, el Conservatorio Nacional de Música va aproximándose peligrosamente a un “colapso”, todos los días los alumnos compiten por un aula para poder practicar y no sólo entre ellos, sino también con las clases de “cursos libres de extensión” (que cada mes aumentan)  y que son “necesarias” pues generan un ingreso para el Estado (ingreso que no es administrado por el Conservatorio).
Y decía colapso, porque el Conservatorio tiene aproximadamente 20 aulas de práctica mientras que la población actual (solamente profesional) alcanza aproximadamente los 170 alumnos. Es por eso que cada año se hace más difícil distribuir las aulas entre las clase regulares, los “cursos libres de extensión” y dejar algo para prácticas de alumnos.
El Conservatorio necesita un nuevo y apropiado local YA.
Pero un tema diferente y que siempre me ha llamado la atención está relacionado a la “esencia” del Conservatorio, cuando nos preguntamos para qué existe el Conservatorio, la respuesta la deberíamos encontrar en su “Misión”, la cual en su última frase dice textualmente Promueve la preservación, acrecentamiento y difusión del patrimonio musical nacional y universal, contribuyendo al fortalecimiento de nuestras identidades dentro de la diversidad cultural”.

Me parece que no estamos cumpliendo esa parte de la misión, creo que el porcentaje de tiempo e información sobre cultura y música peruana que brinda esta Institución es aún mínimo, y creo que la razón de ello proviene tanto de la época colonial como de la globalización actual y tiene que ver con la dominación, identidad, desarrollo social y alienación. Es un tema realmente muy complejo.
Pero no soy extremo, ni pienso que hay que únicamente tocar instrumentos peruanos y solo música peruana y pura, es más no creo que exista instrumentos ni música puros, yo mismo interpreto tanto instrumentos peruanos, como foráneos, y toco tanto música peruana, como extranjera; yo creo que toda música es bella y valiosa. Pero también creo que tanto institucional como individualmente, alumnos y maestros debemos mirar más nuestra historia, legado musical y cultural, conocerlo y aprender de él, también conocer cuánto hay de éste en nosotros. Si no sabemos de dónde venimos, será muy difícil saber a dónde vamos o por qué hacemos las cosas. Para desarrollar de nuestra música y cultura y necesitamos conocernos mucho más.
Una última característica, pero no menos importante que quisiera mencionar ahora es sobre nosotros, los alumnos: aún no comprendemos totalmente la responsabilidad “extramusical” que tenemos con nuestra institución y país. Hay gran desentendimiento de los alumnos por temas institucionales, que se aprecia normalmente en la muy baja asistencia en asambleas de alumnos regulares o en participación en encuestas, entre otros.
Pero lo destacable en participación, es que cuando ha sido necesaria la unión y fuerza de muchos alumnos en situaciones extremas, los alumnos salimos al frente.
Ojalá permanentemente mostrarán es ímpetu e iniciativa, aún no comprendo por qué no es así.
Pero a pesar de todos estos problemas o carencias (que además forman parte de una opinión personal) creo que el Conservatorio tiene mucho de bueno, tanto por ser un centro de estudios superiores, como por los muchos conocimientos que brinda y que en él se dan.
Estas críticas y autocríticas son constructivas y siempre tratamos desde el Centro de Estudiantes que los cambios se lleven a la práctica.

Finalizo este breve panorama general manifestando mi deseo de que la música y la educación musical en Perú y América Latina continúen avanzando con pasos más grandes, sobre todo considerando su papel como herramienta fundamental para el desarrollo integral de nuestras sociedades como culturas valiosas universales y sobre todo auténticas.

Diego Becerra Málaga
Representante Estudiantil ante el Concejo Directivo
Conservatorio Nacional de Música de Perú

6 comentarios:

  1. Gracias Diego por compartir esta reflexión. Soy estudiante de la escuela de música de Rosario, Argentina y me siento totalmente identificada con las situaciones que describis.

    los acompaño junto a todos los estudiantes latinoamericanos, en esta lucha de conciencia.

    Flor

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  2. de hecho y de acuerdo en que la participación estudiantil se constituye como un eje fundamental para el desarrollo de cualquier institución educativa

    gracias Diego por compartir estas reflexiones

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  3. Gracias a uds por impulsar el cambio que esperamos se convierta renovacion musical educativa.

    Diego

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  4. Hola Diego, la realidad es que no hay identidad en toda la población del CNM, si comparas con la ENSFJMA ellos conciben la música como parte esencial de la existencia de su cultura.
    A los alumnos ingresantes se les pregunta:
    "¿Por qué has decidido estudiar aquí?, ¿Cuál es tu misión?, ¿Qué es lo que quieres lograr?
    Ellos son concientes que si no se encargan por rescatar y mantener vivas las manifestaciones de su cultura, éstas se perderán. Es decir, es una visión que está arraigada a su existencia. Los alumnos de décimo ciclo son los que lideran a la población estudiantil cuando se presentan situaciones de riesgo institucional a pesar que también cuentan con un Centro de Estudianes... algo muy diferente de lo que se observa en el CNM, comparemos y saquemos conclusiones.

    Saludos.

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  5. está bueno esto de hablar de la cuestión cultural
    de una identificación
    de una construcción colectiva de la identidad cultural

    y coincido...
    ¿qué cultura construyen quienes estudian en el cnm?

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  6. realmente falta depurar mucho el tema de los perfiles, objetivos e indicadores de logro.

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